Isabel lleva a la escuela Kester en un lugar especial en su corazón. Ya tiene seis años trabajando ahí después de haber pasado 10 años como madre activa en la PTA. De hecho ella y sus hermanas todas asistieron a Kester de niñas y cuando tuvo a su hija, ella y su esposo se mudaron para que ella entrara ahí.Eventualmente también su hijo asistió a la escuela.
Ella trabaja como Asistente de Supervisión la mitad del tiempo, en la cafetería y en el área de juegos. Le gusta recibir a los niños en la mañana, ir conociéndolos a todos y ver como van creciendo. Le encanta cuando los hermanos pequeños entran a la escuela, y le dicen, “ahora ya voy a esta escuela Miss Isabel”. Este año vio a la primera generación que conoció graduarse de la escuela.
Isabel también disfruta mucho la oportunidad de conocer a los papás y esto le ayuda en su otro trabajo como asistente de Instrucción, donde apoya a los estudiantes que están aprendiendo inglés con la Sra. Karpentian. “Eso es bonito”, dice Isabel, “ver como van progresando con el lenguaje, como se empeñan ellos y los padres que logren la reclasificación”.
Además le gusta poder decirle a las maestras, ‘les hace falta esto’ y ver como ellas se empeñan, como los animan y lo bonito que es entrar a la clase cuando tienen sus resultados a fin de año. “Es muy emocionante darles sus certificados”, dice Isabel.
A Isabel le gusta mucho la escuela también porque ella asistió a ella de chica. “La escuela es una comunidad”, dice, “es una comunidad, trabajamos como equipo, hay mucha comunicación. Tenemos un PTA muy involucrado, que trabaja bien con la administración y con los maestros, tiene muchas actividades. A fin de año la Burbank Musica Academy organiza clases de música, los niños forman sus grupos de música y practican y al final presentan un concierto. Hay muchas cosas que hacen que esta escuela sea tan especial”.